lunes, 17 de mayo de 2021
domingo, 14 de marzo de 2021
viernes, 3 de julio de 2020
Latinoamérica y pandemia: Una noche larga…, edifiquemos un mejor fin
Latinoamérica y pandemia: Una noche larga…, edifiquemos un mejor fin
Latinoamérica debe abocarse simultáneamente a la emergencia de la
pandemia, y a anticipar las condiciones para la recuperación económica.
Latinoamérica y el Caribe (LAC) se han visto duramente golpeadas por la actual pandemia. La pérdida de vidas e impacto económico ha sido enorme, y en especial sobre los grupos más vulnerables y las personas de menores recursos. Y hoy, la región, junto con abocarse a la emergencia, debe anticipar las condiciones para lograr una recuperación más rápida y exitosa.
Perdimos el lustro
Entre 2000 y 2014, la región vivió un período de crecimiento y significativa disminución de la pobreza. Un total de 77 millones de personas dejaron la pobreza, y su tasa bajó de 43,5% en 2000 a 24,2% en 2014 (Banco Mundial -BM-), lo que se nutrió, en parte, con la bonanza de los recursos naturales cuyos precios aumentaron en más de 160% hacia 2014, cuando su demanda experimentó un fuerte crecimiento desde Asia, particularmente China. Los mayores ingresos logrados beneficiaron significativamente a la región, que alcanzó un crecimiento promedio anual de 3,2%.
La bonanza regional termina con el abrupto fin del superciclo de los recursos naturales a mediados de 2014 cuando sus precios caen a un 60% del que tenían a inicios de año (FMI). La caída en los ingresos y el fuerte freno al crecimiento llevó a que en el período 2015 – 2019 la tasa de crecimiento regional anual promedio no superara el 0,5%.
De la prosperidad y esperanza, se pasó a la austeridad y desazón. Si cada año en el período 2002-2014 más de un 1% de la población lograba saltar a la clase media (más de 2% en el Cono Sur)1, en el período 2015-2018 esta cifra cae estrepitosamente a solo 0,3% (0,8% en el Cono Sur).
La desesperanza, que crece en una ciudadanía más empoderada, conectada y menos tolerante, llevó a que en LAC, y también en muchas otras partes del mundo, esta alzara su voz y saliera a reclamar por soluciones, ya sea por su insatisfacción económica, situaciones de injusticia, discriminación, abusos y corrupción2. La inestabilidad social que escaló en varios países de la región, también contribuyó a precarizar más la alicaída situación económica.
Un aluvión rebasa el vaso
Este año 2020 la pandemia irrumpe con mucha fuerza y en una región ya debilitada, por el término de la bonanza de recursos naturales y también por las malas políticas y gestión económica en algunas de sus economías —como la dramática situación de Venezuela—, que han impactado a toda la región.
El duro impacto económico en la LAC se refleja en que sus economías, en conjunto, se pueden contraer 9,3% este año (FMI), perder 30 millones de empleos y el 20% o más de sus empresas, llevando a que el número de pobres pueda aumentar en hasta 23 millones (BM). Esto va a poner a prueba muchas instituciones que dan cuenta del andamiaje económico, social y político de la región, las que se verán enfrentadas a riesgos sociales, económicos y políticos aún mayores.
El mundo será distinto
Viviremos un cambio en el contexto geopolítico internacional, y muchos países revisarán su interacción con las cadenas de valor globales. En una nueva realidad los desafíos de la recuperación en LAC serán particularmente enormes.
Los gobiernos, ya con una aún más abultada deuda y un limitado espacio de maniobra, deben hoy anticipar un plan de recuperación económica que mire a las personas, y se centre en la generación de empleos, capacitación, emprendimiento, innovación, productividad e inversión.
Hay grandes oportunidades desde donde se puede dar un fuerte impulso a la economía si se logra:
- Avanzar con una real integración económica, en una región que es de las menos integradas del mundo.
- Desarrollar el servicio público, mejorando su gestión, responsabilidad y rendición de cuentas, con un foco en programas que aborden las necesidades más apremiantes de la población.
- Mejorar el entorno de negocios para transformar a la región en un polo atractivo a la inversión extranjera. Hoy, ninguna de las economías de la región figura dentro de los 50 mejores del mundo en entorno de negocios3.
Evitando malas prácticas y velando por el adecuado uso de los recursos, la región hoy se debe abocar a la emergencia, pero, simultáneamente, anticipar las condiciones que garanticen el adecuado reinicio de las actividades económicas y sociales, respetando los fundamentos económicos que den viabilidad al logro de los importantes objetivos de desarrollo de largo plazo.
Referencias:
- Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
- Chomsky, Noam y Bishara, Marwan, “The genie is out of the bottle”. Entrevista Al Jazeera, 21 de febrero de 2011; The Economist. “Algo en el aire: ¿Por qué tantos países son testigos de protestas masivas?”, 4 de noviembre de 2019.
- Doing Business 2020.
Ricardo Raineri - Clase Ejecutiva 3 julio, 2020.
sábado, 27 de junio de 2020
jueves, 21 de noviembre de 2019
sábado, 17 de noviembre de 2018
Energy security and dominance in the XXI Century, beyond oil and gas*
Energy security and dominance in the XXI Century, beyond oil and gas*
(* A slightly short edition of the note is published in NCAC Newsletter – November 2018 - Part II -)
The quest for energy security
One of the main themes which dominated the XX century energy discussion was energy security and was the trigger that in 1974 lead to the creation of the International Energy Agency (IEA), and in 1977 the creation of the Association of Energy Economists, lately renamed as International Association for Energy Economics. Energy security concerns were on the scene because the excessive dependency on imported oil from unstable regions after the 1973-74 Arab states instituted an embargo against countries supporting Israel in the Yom Kippur War, and in conjunction with the 1978-79 Iran oil production and exports cuts, and cancelation of contracts with US companies, during its revolution. Concretely, it was with the 1973-74 oil embargo that a group of western countries agreed to the creation of the IEA, designed to help countries to coordinate a collective response to major disruptions in the supply of oil.
The ghosts of major disruptions of energy supply, in oil and gas, motivated by geopolitical issues, remained high for the last quarter of the XX century and the first decade of the XXI Century. And, today as Saudi Arabia open the door to cut crude oil production among OPEC countries and noninstitutional participants, we are reminded that these ghosts are not gone.
Since the 70`s, world population has almost doubled, the standard of living has improved, and a smaller percentage of the population lives in poverty. Over the same period, primary energy consumption has more than doubled, with a large share of that increase taking place in developing countries. We are more, thirsty for energy, and have seen large swings in geopolitical power, from north to south and west to east, in an environment with many frictions.
New buffers for energy security
Beyond the large increase in population and energy consumption, there is good news on the international energy landscape, where important energy security buffers have been added.
First, additional countries, figure 1, some with very stable democracies and business environment, have become important oil and gas producer, increasing the diversity of oil and natural gas sources, with new players as Canada, China, Brazil, Norway, who added an extra layer of competition to OPEC and producers from politically unstable regions and very unstable business environments.
Second, innovation has allowed access of primary energy sources that were unfeasible a few decades ago. That is the case of Canada with its tar sands, Brazil with pre-salt and deep oil production, Norway in the extreme weather conditions of the northern sea, and certainly the great technological development on fracking and horizontal drilling in the US that revived its oil and gas industry, among others. Also, to these we should add the increased security that the LNG technology has brought to many countries, allowing them to diversify their sources of natural gas supply.
Figure 1: Oil Production
And third, the fantastic technological changes that have taken place in the renewable energy sector, with sharp reduction in the costs of new renewable energy sources such as wind and solar for electricity generation – where for some the costs are down to 1/5 of what that cost was in 2010 -, enabling this new energy sources to become an important part of the energy mix in many places, displacing conventional power generation sources as coal and gas plants.
Big changes in the electric grid
In the years to come, we expect important transformations in the power sector, with a larger penetration of renewables with variable production. What will need a redesign of the electric grid, on the way how it is operated, on how the power plants are dispatched. And it will need the addition of large amounts of energy/electricity storage capacity, taking advantage of the new technologies. Also, great changes are expected in transportation, with a large penetration of electric vehicles that will be plug to the electric grid, taking and injecting energy into it.
Several European countries - Norway, Germany, United Kingdom - have announced that by 2025 and 2030 only buses and electric cars will be able to transit through their cities. In China, also in major cities, all public transportation buses must be electric. In Latin America, Chile is looking for a deep change in its public transportation system with the introduction of electric vehicles.
The digitalization of the electric grid is imperative to manage an increasing number of sources of supply and demands that will need a redefinition of the different power markets, and the redefinition of ancillary services markets.
Storage and the lithium equation
Storage technologies for the electric grid and batteries for electric vehicles and electronic devices are making big improvements in their energy density and have experienced significant cost reductions. In batteries for electric vehicles, the cost reduction has been to a fifth of their cost in 2010.
Even dough is too early to know which storage technology will be within a decade the leading storage technology for utilities and vehicles, today lithium-ion batteries are the default choice for most personal electronics and most electric cars. Today lithium-ion batteries are cheaper given their energy density.
Although there are other emerging technologies that might contest the leadership of lithium-ion batteries, such as solid-state batteries, supercapacitors, graphene fuel cells, still they are not in a stage of a economic development to be competitive.
Who will be the winners, it`s hard to know! However, we should remain alert on the availability of resources and materials that support these different technologies.
As long as lithium-ion batteries are and remain the leading storage technology, is important to be concerned if there is enough lithium to back a sharp increase in its demand and also the reliability of lithium sources. How much lithium is available today, and where it is?
As shown in table 1, only four countries concentrate 96% of lithium production and lithium reserves. Chile stands as the leading country in reserves, with 44% of world reserves, and one of the two countries that lead the production of lithium in the world. Chile and Australia account for 76% of lithium production in 2017; and at 2017 consumption levels, current world lithium reserves can last more than 350 years. Today, about 46% of lithium production is used for batteries, and that figure is expected to increase up to 80% within a decade to satisfy the huge demand of lithium needed in the batteries for the electromobility revolution. Between 2016 and 2017 lithium production increased by 13%, and by 2025 it`s consumption can easily double 2017 consumption.
Lithium as a strategic resource
Chile is a leading country in South America, offering the best ranked business environment in the region by World Bank 2019 Doing Business report, in the position 56 among 190 economies, and offers one of the best environments for investments in the mining sector, in the 8th position according to the investment attractiveness index for the mining sector elaborated by the Fraser Institute.
In addition to its favorable business environment, Chile was favored with large reserves of lithium, which are found in brines below flat salt surfaces in the northern desert of the country. For its extraction, only is needed the use of the vast solid salt flat surface of the desert and sun for evaporation to occur. In contrast, Australia's lithium reserves are found in hard-rock sources, which make them more expensive to process than brines.
By the end of 2017, the global supply of lithium was dominated by six producers: Albemarle, SQM, Tianqi, FMC, Orocobre, and Galaxy Resources.
The Chilean SQM and the US Albemarle are the only companies in Chile that have had contracts in force since the 1980s to extract lithium. These permits were granted by the Corporation for the Promotion of Production (Corfo), which, on behalf of the State, determines which projects can operate.
The Chinese company Tianqi Lithium Corporation has a 51% participation in the Australian company Talison Lithium, the other 49% is controlled by Albemarle, and recently Tianqi bought 26.1% of the shares of SQM. For Tianqi, these ownership plus other stakes it has on lithium reserves in other places, lead it in a path of getting control over 70% of the global lithium market, a component that today is a strategic ingredient for batteries and the development of a world-class electric car industry.
Also, Tianqi with Albermarle, through the Talison joint venture, already controls half of the property of other lithium deposits in Chile, Siete Salares, which includes mining exploration concessions -not yet exploited- in an area of 152 km2, endeavor that could become the second largest lithium reserve in Chile, after the Salar de Atacama where SQM and Albemarle have their operations in the country.
All antitrust authorities in Chile expressed no main concerns and approved the entry of Tianqi Lithium Corporation in the property of SQM. Although the national economic prosecutor - who also supported the entry of Tianqi in the ownership of SQM - has acknowledged in the Chilean Congress that there is indeed an agreement between Albemarle and Tianqi to split the world market for lithium concentrate.
One of the main side backs for Chile of this corporate operation, is with the determination of the transfer prices, as Tianqi has a strategy to extend its business by encapsulating both upstream and downstream activities in the lithium industries, and the impact that the coordination among global players could have on depress selling prices. Where, the country can start trading lithium at lower than market costs, negatively affecting the taxes and the royalty that the Chilean government could collect from the sales, and also negatively affecting SQM minority shareholders locally and abroad.
On the side backs for the global economy, is the risk of the market power that can be exercised in lithium products with the concentration of its production in a few large companies with a stake of more than 70% of the market.
China`s interest to have leverage on Chilean lithium industry is logical given the easy of access to the resource and its low cost of production, compared with lithium production costs in other regions, what will give Chinese industry an important competitive advantage in batteries and the electric car industry.
A Chilean high-level government official has confirmed that the authority is working on a plan to allocate new lithium production contracts to investors interested to give an additional impulse to the development of the industry, and it is looking for new partnerships that provide more than just an extractive activity and give much more value added to the Chilean lithium industry. But, any new extraction activity on this venue, might take many years to materialize.
As is noticed by US Geological Survey report [1] “Lithium supply security has become a top priority for technology companies in the United States and Asia. Strategic alliances and joint ventures among technology companies and exploration companies continued to be established to ensure a reliable, diversified supply of lithium for battery suppliers and vehicle manufacturers.”
In this new industry, Asian players are moving fast and with decisive strategies to take the control of the resources, expressing their acknowledged that the access to resources and the leadership of advanced energy technologies should be a priority to energy security and dominance in the XXI Century.
[1] Source: U.S. Geological Survey, Mineral Commodity Summaries, January 2018.
[1] Source: U.S. Geological Survey, Mineral Commodity Summaries, January 2018.
W: US domestic production was withheld to avoid disclosing company proprietary data.
viernes, 16 de noviembre de 2018
Seguridad energética y dominio en el siglo XXI, el litio más allá del petróleo y el gas
La búsqueda de la seguridad energética.
Uno de los temas principales que dominaron la discusión energética del siglo XX fue la seguridad energética y fue el desencadenante que en 1974 condujo a la creación de la Agencia Internacional de Energía (AIE), y en 1977 a la creación de la Asociación de Economistas de la Energía, que posteriormente cambió su nombre a Asociación Internacional de Economía de la Energía. Los problemas de seguridad energética estaban en la escena debido a la excesiva dependencia del petróleo importado de regiones inestables después de que en 1973-74 los estados árabes establecieran un embargo de petróleo contra los países que apoyan a Israel en la Guerra de Yom Kippur, y ello se dio juntamente con los recortes en la producción de petróleo y exportaciones de petróleo desde Irán en 1978-79, durante su revolución, y la cancelación de contratos con empresas estadounidenses. Concretamente, fue con el embargo de petróleo de 1973-74 que un grupo de países occidentales acordó la creación de la AIE, diseñada para ayudar a los países a coordinar una respuesta colectiva ante las principales interrupciones en el suministro de petróleo.
Los fantasmas de grandes interrupciones del suministro de energía, en petróleo y gas, motivados por problemas geopolíticos, se mantuvieron altos durante el último cuarto del siglo XX y la primera década del siglo XXI. Y hoy, mientras Arabia Saudita abre la puerta para reducir la producción de petróleo crudo entre los países de la OPEP y los participantes no institucionales, nos quedamos con la idea de que estos fantasmas no han desaparecido.
Desde los años 70, la población mundial casi se ha duplicado, el nivel de vida ha mejorado y hoy es un menor porcentaje de la población la vive en la pobreza. En el mismo período, el consumo de energía primaria se ha más que duplicado, y una gran parte de ese aumento se produce en los países en desarrollo. Tenemos más sed de energía y hemos visto grandes cambios en el poder geopolítico, de norte a sur y de oeste a este, en un entorno con muchas fricciones.
Nuevos buffers para la seguridad energética.
Más allá del gran aumento en la población y el consumo de energía, hay buenas noticias sobre el panorama energético internacional, donde se han agregado importantes amortiguadores de seguridad energética.
Primero, nuevos países, figura 1, algunos con democracias y entornos empresariales muy estables, se han convertido en importantes productores de petróleo y gas, aumentando con ello la diversidad de fuentes de petróleo y gas natural, con nuevos actores como Canadá, China, Brasil, Noruega, quienes agregaron un capa adicional de competencia para la OPEP y productores de regiones políticamente inestables y entornos empresariales muy inestables.
En segundo lugar, la innovación ha permitido el acceso a fuentes de energía primarias que eran inviables hace unas décadas. Ese es el caso de Canadá con sus arenas bituminosas, Brasil con presal y producción de petróleo profundo, Noruega con la producción de petróleo y gas en las condiciones climáticas extremas del mar del norte y, ciertamente, el gran desarrollo tecnológico en fractura de roca y perforación horizontal en los Estados Unidos que revivió su industria del petróleo y gas, entre otros. Además, a esto debemos agregar la mayor seguridad que la tecnología de GNL ha brindado a muchos países, lo que les permite diversificar sus fuentes de suministro de gas natural.
Figura 1: Producción de petróleo
Y en tercer lugar, están los fantásticos cambios tecnológicos que se han producido en el sector de las energías renovables, con una fuerte reducción en los costos de las nuevas fuentes de energía renovables, como la energía eólica y solar para la generación de electricidad, donde sus costos se reducen a un quinto de lo que ese costo fue en 2010, lo que permitió que estas nuevas fuentes de energía se convirtieran en una parte importante de la matriz energética en muchos lugares, desplazando las fuentes de generación de energía convencionales como las plantas de carbón y gas.
Grandes cambios en la red eléctrica.
En los próximos años, esperamos importantes transformaciones en el sector eléctrico, con una mayor penetración de las energías renovables con producción variable. Lo que necesitará un rediseño de la red eléctrica, de la forma en cómo se opera, de cómo se despachan las centrales eléctricas. Y ello necesitará la adición de grandes cantidades de capacidad de almacenamiento de energía / electricidad, aprovechando las nuevas tecnologías. Además, se esperan grandes cambios en el transporte, con una gran penetración de vehículos eléctricos que se conectarán a la red eléctrica, tomando e inyectando energía en ella.
Varios países europeos, Noruega, Alemania, Reino Unido han anunciado que para 2025 y 2030 solo autobuses y los coches eléctricos podrán transitar por sus ciudades. En China, también en las principales ciudades, todos los autobuses de transporte público deben ser eléctricos. En América Latina, Chile está buscando un cambio profundo en su sistema de transporte público con la introducción de vehículos eléctricos.
La digitalización de la red eléctrica es imprescindible para gestionar un número creciente de fuentes de suministro y demandas que requerirán una redefinición de los diferentes mercados de energía y la redefinición de los mercados de servicios auxiliares.
Almacenamiento y la ecuación de litio.
En las tecnologías de almacenamiento para la red eléctrica y las baterías para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos se han logrado grandes mejoras en su densidad de energética y han experimentado reducciones de costos significativos. En baterías para vehículos eléctricos, la reducción de costos ha sido a un quinto de su costo en 2010.
Hoy es demasiado temprano para saber qué tecnología de almacenamiento será dentro de una década, la tecnología de almacenamiento líder para el sector de generación y vehículos. Hoy en día, las baterías de ion - litio son la opción predeterminada para la mayoría de los dispositivos electrónicos personales y la mayoría de los automóviles eléctricos. Hoy en día las baterías de ion - litio son más baratas dada su densidad energética.
Si bien existen otras tecnologías emergentes que podrían impugnar el liderazgo de las baterías de ion - litio, como las baterías de estado sólido, los supercondensadores y las celdas de combustible de grafeno, aún no están en una etapa de desarrollo económico para ser competitivos.
¡Quienes sean los ganadores, es difícil de saber! Sin embargo, debemos permanecer alertas sobre la disponibilidad de recursos y materiales que soportan estas diferentes tecnologías.
Si las baterías de ion - litio son y sigan siendo la tecnología de almacenamiento líder, es importante preocuparse de si hay suficiente litio para respaldar un fuerte aumento de su demanda y también la confiabilidad de las fuentes de litio. ¿Cuánto litio está disponible hoy, y dónde está?
Como se muestra en la tabla 1, solo cuatro países concentran el 96% de la producción de litio y las reservas de litio. Chile se mantiene como el país líder en reservas, con el 44% de las reservas mundiales, y uno de los dos países que lideran la producción de litio en el mundo. Chile y Australia representan el 76% de la producción de litio en 2017; y en los niveles de consumo de 2017, las reservas mundiales actuales de litio pueden durar más de 350 años.
Hoy en día, aproximadamente el 46% de la producción de litio se utiliza para baterías, y se espera que las baterías para la revolución de la electromovilidad.
Entre 2016 y 2017, la producción de litio aumentó un 13%, y para 2025 su consumo puede duplicar fácilmente el consumo de 2017.
El litio como recurso estratégico.
Chile es un país líder en América del Sur, que ofrece el entorno empresarial mejor calificado de la región según el informe Doing Business del Banco Mundial 2019, en la posición 56 entre 190 economías, y ofrece uno de los mejores entornos para inversiones en el sector minero, en la octava posición según el índice de atractivo de inversión para el sector minero elaborado por el Instituto Fraser.
Además de su entorno comercial favorable, Chile fue favorecido con grandes reservas de litio, que se encuentran en salmueras por debajo de las superficies de sal plana en el desierto del norte del país. Para su extracción, solo se necesita el uso de la superficie plana de sal sólida del desierto y el sol para que se produzca la evaporación. En contraste, las reservas de litio de Australia se encuentran en fuentes de roca dura, lo que las hace más caras de procesar que las salmueras.
A finales de 2017, el suministro global de litio estaba dominado por seis productores: Albemarle, SQM, Tianqi, FMC, Orocobre y Galaxy Resources.
SQM de Chile y Albemarle de EE. UU. son las únicas empresas en Chile que han tenido contratos vigentes desde la década de 1980 para extraer litio. Estos permisos fueron otorgados por la Corporación para el Fomento de la Producción (Corfo), que, en nombre del Estado, ha determinado qué proyectos pueden operar.
La compañía china Tianqi Lithium Corporation tiene una participación del 51% en la compañía australiana Talison Lithium, el 49% restante de ella está controlado por Albemarle; y recientemente Tianqi compró el 26,1% de las acciones de SQM. Para Tianqi, estas participaciones, además de otras participaciones que tiene sobre las reservas de litio en otros lugares, la lleva a mantener un controlar en cerca del 70% del mercado mundial de litio, un componente que hoy en día es un ingrediente estratégico para las baterías y el desarrollo de una industria de automóvil eléctrico de clase mundial.
Además, Tianqi con Albermarle, a través de la empresa conjunta Talison, ya controla la mitad de la propiedad de otros depósitos de litio en Chile, Siete Salares, que incluye concesiones de exploración minera, aún no explotadas, en un área de 152 km2, y de prosperar este proyecto, podría convertirse en la segunda reserva de litio más grande de Chile, después del Salar de Atacama, donde SQM y Albemarle tienen sus operaciones en el país.
Todas las autoridades antimonopolio en Chile expresaron no tener ninguna preocupación principal y aprobaron la entrada de Tianqi Lithium Corporation en la propiedad de SQM. Aunque, el fiscal económico nacional, que también apoyó la entrada de Tianqi en la propiedad de SQM, ha reconocido en el Congreso chileno que existe un acuerdo entre Albemarle y Tianqi para dividir el mercado mundial de concentrado de litio.
Uno de los principales riesgos que puede enfrentar Chile con esta operación corporativa es la determinación de los precios de transferencia, ya que Tianqi tiene una estrategia para ampliar su negocio al resumir las actividades ascendentes y descendentes en las industrias de litio, y por el impacto que la coordinación de los jugadores globales podría tener en deprimir los precios de venta para el país. Donde, el país podría comenzar a comercializar litio a costos más bajos que los del mercado, afectando negativamente los impuestos y las regalías que el gobierno chileno podría cobrar de las ventas, y también afectando negativamente a los accionistas minoritarios de SQM a nivel local y en el extranjero.
Por el lado de la economía global, está el riesgo del poder de mercado que se puede ejercer en productos de litio con la concentración de su producción en unas pocas grandes empresas con una participación de más del 70% del mercado.
El interés de China de tener influencia en la industria chilena de litio es lógico, dado el fácil acceso al recurso y su bajo costo de producción, en comparación con los costos de producción de litio en otras regiones, lo que le dará a la industria china una importante ventaja competitiva en baterías y en la industria del automóvil eléctrico.
Un funcionario gubernamental de alto nivel de Chile confirmó que la autoridad está trabajando en un plan para asignar nuevos contratos de producción de litio a los inversionistas interesados, ello con el fin de dar un impulso adicional al desarrollo de la industria, y está buscando nuevas asociaciones que traigan más que solo una actividad extractiva y de mucho más valor agregado a la industria chilena del litio. Pero, cualquier nueva actividad de extracción en este lugar, podría tardar muchos años en materializarse.
Como se observó en el informe del Servicio Geológico de EE. UU. “La seguridad del suministro de litio se ha convertido en una prioridad para las empresas de tecnología en los Estados Unidos y Asia." Se han seguido estableciendo alianzas estratégicas conjuntas entre compañías de tecnología y compañías de exploración para garantizar un suministro confiable y diversificado de litio para los proveedores de baterías y fabricantes de vehículos".
En esta nueva industria, los jugadores asiáticos se están moviendo rápidamente y con estrategias decisivas para tomar el control de los recursos, expresando su reconocimiento de que el acceso a los recursos y el liderazgo de las tecnologías energéticas avanzadas deben ser una prioridad para la seguridad y el dominio de la energía en el siglo XXI.
[1] Esta nota está publicada en una versión en inglés como Energy security and dominance in the XXI Century, beyond oil and gas en NCAC Newsletter – November 2018 (Part II).
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