Como afirmé en dos columnas anteriores, “NO+ Reparto: por qué es inviable el sistema de reparto hoy” y “SI+ AFP: por qué el sistema de capitalización individual es la ruta correcta”, el año ’80 Chile tomó la decisión correcta de sustituir el sistema de pensiones basado en un mecanismo de reparto por uno de capitalización individual administrado por empresas especializadas privadas.
El actual gobierno ha anunciado cambios al actual sistema de pensiones,
donde propone subir la cotización individual en un 5% adicional y que ésta sea
administrada por una nueva entidad estatal autónoma. Ese 5% adicional iría en
un 2% a un seguro de ahorro colectivo, y el otro 3% a las cuentas individuales
de los trabajadores.
El crear una nueva entidad estatal para administrar la cotización
adicional, aumenta los costos de operación del sistema y disminuye los retornos
esperados sobre el fondo al que pueden aspirar los cotizantes.
El estado ha mostrado no tener competencias para administrar de manera
eficiente los recursos y menos en obtener una mayor rentabilidad de ellos. Por
ejemplo, en los últimos tres años, la rentabilidad real anual promedio obtenida
por los fondos administrados por las AFP es de 4,93% promedio simple de los
fondos A a E (A 5,95%; B 5,47%; C 5,15%; D 4,35%; E 3,75%), lo que se compara
favorablemente con la rentabilidad real estimada de 0,16% anual lograda por el Fondo
de Estabilización Económica y Social (FEES), o la rentabilidad real estimada de
1,44% del Fondo de Reserva de Pensiones (FRP), que partió el 2007. Aún más,
durante los últimos tres años, los pequeños aportes que la autoridad ha
realizado al FRP han sido financiados con retiros del FEES. Más allá de
las estrategias de inversión conservadoras del FEES y del FRP, su retorno
esperado es significativamente menor que los fondos más conservadores
administrados por las AFP, fondo D o E.
El valor de los fondos de los trabajadores administrado por las AFP, en
marzo llegó a los 123.414.480 millones, aumentando en $ 13.159.135 millones en
un año, por las cotizaciones y la rentabilidad obtenida. Por su lado, el FEES,
que partió el año 2007, desde su creación ha contado con aportes por US$
21.765,71 millones, y ha sufrido de retiros por US$ 10.852,81 millones. Y, hoy,
su valor alcanza a los US$ 14.048 millones. Del total de retiros que se han
efectuado desde el FEES, US$ 9.277,71 millones fueron retirados el año 2009,
año de elecciones presidenciales. En el caso del Fondo de Reserva de Pensiones,
este hoy acumula US$ 9 mil millones, y por ley a partir de este año permite al
Fisco retirar cerca de US$ 600 millones para financiar el Pilar Solidario de
Pensiones (pensiones básicas solidarias -PBS- y aporte previsional solidario -APS-).
Y, donde, hasta el año 2016, los recursos para costear el pago de estos
beneficios estaban contemplados en el presupuesto fiscal. Hoy, está por verse cómo
manejará el Ministerio de Hacienda de esta fuente adicional de financiamiento que
permitirá movilizar recursos adicionales en un año de elecciones
presidenciales.
La cotización de un 2% adicional que iría a un seguro de ahorro colectivo
es un nuevo impuesto al trabajo, un impuesto regresivo. Y, de concretarse, afectará
en mayor medida a los trabajadores, a la clase media, y a todos los que dependen
de un salario para vivir. El anuncio presentado por la autoridad, enfatiza el aumento
del aumento de la cotización de un 5% adicional, pero nada dice respecto de
aumentar los aportes del estado al Pilar Solidario, y financiar ese aporte disminuyendo
el gasto público o haciendo un uso más eficiente de los recursos.
La cotización adicional de 5% debe ir íntegramente as las cuentas de
capitalización individual de los trabajadores, estos recursos deben ser
heredables, e individualmente son los trabajadores quienes deben decir que
administradora de fondos de pensiones debe administrar sus recursos. La
creación de una nueva entidad estatal autónoma sólo aumentaría los costos del
sistema, y no va a generar mayores rentabilidades que las que pueden entregar
las Administradoras de Fondos de Pensiones especializadas en la administración
de carteras.
El lograr mayores niveles de eficiencia, competencia, y entregar mayores
pensiones a los trabajadores no se resuelven con la creación de un nuevo ente
estatal autónomo. Si no más bien, estos objetivos se logran aumentando los
espacios de competencia entre las AFP, y llevando a la economía por una senda
de crecimiento económico sostenido, de generación de más y mejores empleos en
el sector formal; y no con políticas que frenan el crecimiento y llevan a una
mayor informalidad y precariedad del mercado laboral, lo que finalmente va a
repercutir en una mayor demanda de asistencia social sobre el estado.
La historia de Chile ha demostrado que es fácil y tentador para quienes
están liderando el aparato estatal disponer de los recursos de terceros, y la
historia también ha demostrado que en un sinnúmero de ocasiones no han sido
buenos en administrar esos recursos en beneficio de los gobernados.
Les dejo
una pregunta para comentar: ¿conlleva la propuesta de la autoridad un
alza de impuestos?
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