En economía, el modelo de competencia perfecta asume que existe un gran número de compradores y un gran número de vendedores, donde cada uno de ellos es muy pequeño respecto del tamaño del mercado como para influenciar o afectar las condiciones en las cuales este opera. Y la variable que guía las decisiones de compra o venta de un producto es su precio, el que no depende de las acciones individuales de un agente.
Cuando nos alejamos del ideal del modelo de competencia perfecta, surge el concepto de poder de mercado, el que responde a que las actividades individuales de los agentes sí pueden incidir o influenciar los términos y condiciones en los cuales se venden o compran productos y servicios.
Así es como ocurre cuando estamos en presencia de un monopolio que tiene el poder de incrementar y mantener el precio por encima del costo marginal —CMg. Este último sería el precio que existiría si se diesen condiciones de competencia perfecta en el mercado.
Los males de la falta de competencia
Cuando las empresas abusan de su posición dominante y ejercen poder de mercado para imponer un precio por encima del costo marginal producen menos y afectan negativamente el bienestar delos consumidores.
Los monopolios además de capturar rentas que en condiciones de competencia habrían recibido los consumidores, crean una pérdida de bienestar social que no alcanza a ser compensada por las transferencias de excedente desde los consumidores hacia la empresa.
Además, bajo condiciones de competencia imperfecta, la calidad de los bienes y servicios se puede ver degradada. y las empresas pueden ejercer su poder de mercado discriminando por precios, productos, servicios y calidades.
Hoy en día, por ejemplo, las empresas que capturan grandes cantidades de información, con el uso de algoritmos sofisticados por medio de inteligencia artificial y big data, pueden ejercer un poder de mercado sofisticado atendiendo al conocimiento que tienen de las preferencias e intereses de sus clientes.
Equilibrio y pérdida de eficiencia con un monopolio
La presencia de poder de mercado siempre tiene implicaciones a nivel agregado en la asignación de recursos, como el trabajo y el capital, en los niveles de inversión, sobre la productividad y la dinámica de desarrollo de la economía.
Un trabajo reciente de Jan De Loecker y Eeckhout documenta la evolución del margen de ventas de las empresas de EE.UU. —precio menos costo—, con datos a nivel de empresa desde 1950. Estos han aumentado desde un 18% por encima del costo marginal a inicios de los años ‘80 hasta un 67% hoy en día.
Conjuntamente, analizan las implicaciones que el aumento de este margen tiene para la demanda de factores, la distribución de rentas económicas y la dinámica de negocios de entrada y salida de empresas, y en la asignación de recursos.
Los autores observan que el aumento en los márgenes sería coincidente con una serie de tendencias macroeconómicas seculares observadas en las tres últimas décadas.
Por ejemplo, la disminución en el porcentaje del producto que va al trabajo y el aumento del porcentaje que va al capital; la disminución en los salarios de los trabajadores con menores competencias; la disminución de la participación en la fuerza laboral; una menor dinámica de negocios, y una desaceleración de la producción agregada, entre otros.
Lee aquí un artículo sobre competencia y protección al consumidor.