Translate

martes, 20 de marzo de 2018

¿Qué tasa de impuestos corporativos maximiza los ingresos por recaudación?


http://claseejecutiva.emol.com/articulos/ricardo-raineri/que-tasa-de-impuestos-corporativos-maximiza-los-ingresos-por-recaudacion/

¿Una tasa de impuestos corporativos mayor es garantía de mayor recaudación? Se reconoce al economista Arthur Laffer el haber puesto en la retina de las autoridades económicas del presidente de EE.UU., Gerald Ford, la idea de que un aumento en la tasa de impuestos no siempre aumenta la recaudación.

Ello, por los impactos negativos que mayores tasas de impuestos tienen sobre los incentivos a la inversión, el empleo y el emprendimiento.

Esta idea se ha plasmado en la curva de Laffer. Partiendo de una tasa de impuestos t = 0, la recaudación tributaria aumenta a medida que crece la tasa de impuestos, pero hasta un máximo cuando la tasa llega a t*. Luego, aumentos adicionales en la tasa de impuestos reducen la recaudación.


¿Cuál es esa tasa de impuesto corporativos que permite maximizar los ingresos por recaudación? Lo que nos muestran los datos de años recientes, es que, a pesar de existir en Chile un aumento significativo en la tasa de impuestos corporativos, los ingresos fiscales del impuesto de primera categoría como porcentaje han disminuido respecto del año 2012 en que alcanzaron un 4,3% del PIB (renta presunta + efectiva).

Ese fue un año de alto crecimiento, con una tasa de impuestos de primera categoría que aumentó casi 20%, pasando de 17% a 20% desde el 2011.

En 2016 el porcentaje de ingresos fiscales en relación al PIB llegó a  4,1%.

Así, aquí surgen indicios de que la tasa que permite maximizar la recaudación del impuesto de primera categoría como % del PIB, estaría más cerca del 20% que del 27% que tenemos en Chile.

Nadando contra la corriente
A diferencia lo ocurrido en Chile, donde la tasa de impuestos corporativos ha mantenido una senda de un sostenido crecimiento desde la década de los ’90, durante los últimos años los países de la OCDE se han movido a menores tasas.

Y, para que Chile pueda competir como un destino atractivo para la inversión debe contar con un sistema tributario que haga que sea más ventajoso invertir en Chile que en otros lugares.

Este no es un tema menor, y es una de las principales razones por las cuales Chile retrocedió en el ranking del Informe de Doing Business (DB). Como fue destacado en el DB2016 por el propio Banco Mundial cuando recalca que el aumento de la tasa de impuestos corporativos perjudicó el clima de negocios.

El fuerte aumento en la tasa de impuestos corporativos ha llevado a que muchos proyectos dejen de ser rentables. Y lleva a que estos sean postergados o eliminados desde las carpetas de negocios de las compañías, con consecuencias lamentables en la generación de empleos de calidad y el crecimiento de la economía.

La buena noticia es que el nuevo gobierno ha anticipado su interés de presentar prontamente una propuesta de perfeccionamiento tributario. Esta debería simplificar el sistema, dar mayor certeza jurídica y recuperar los incentivos para la inversión.

Todo ello reconociendo un marco de rigidez fiscal en que existen holguras negativas. Y donde solo será posible avanzar en una rebaja gradual de la tasa de impuestos que va a estar supeditada al crecimiento de la economía.

¿Qué hacer para ser un país desarrollado en una década?




¿Cómo llegar a ser un país desarrollado en una década? Veamos algunos indicadores. Desde los años 90 Chile muestra una preocupante caída en la Productividad Total de Factores (PTF), que mide los cambios en el producto que no se explican por cambios en la cantidad de capital o trabajo. La PTF ha disminuido desde una tasa de crecimiento anual cercana a 1,2% en el período 1992-2000, a 0,8% en el período 2001-2005, a -1,2% en 2006-2010, a 0,5% en 2011-2012, y a -1,0% en 2013-2017.

Y, hoy, con valores de la PTF negativos, resulta muy difícil que se observen aumentos en los salarios y/o rentabilidad de las empresas. Un valor negativo de la PTF nos dice que, con más recursos, como trabajo y capital, estamos produciendo menos.

Y, esto va en directa relación con la pérdida de competitividad del país a nivel internacional que da cuenta el índice de Competitividad Global que calcula el Foro Económico Mundial (FEM). La posición de Chile en el ranking se ha deteriorado desde la Gran Recesión de 2008-2009, con un pequeño repunte favorable en los últimos dos años.

Si aspiramos ser un país desarrollado en una década, mejorar la competitividad de la economía del país debe ser una de las tareas prioritarias para la nueva administración.

Tareas prioritarias

Algunos de los aspectos en los que resulta urgente progresar para poder completar en una década la transición y ser una economía que llegó al umbral de ingresos mínimos para ser un país desarrollado son los siguientes:

1. Mejorar el entorno de negocios: Es necesario avanzar en reformas que, resguardando apropiadamente los derechos de los trabajadores y cuidado del medio ambiente, mejoren el ambiente de negocios para que Chile sea una primera parada para la inversión extranjera.

El informe Doing Business publicado por el BM da cuenta de que Chile en su último número subió dos posiciones, llegando a la posición 55 de 190 países, y con ello recuperó el liderazgo en Sudamérica.

La mejor calificación que obtuvo el país en el ranking, más que responder a haber realizado reformas significativas que mejoren el ambiente de negocios, se explica principalmente por cambios metodológicos y el retroceso de otras economías, como Perú y Colombia.

Aquí, tenemos mucho espacio para realizar mejoras y alcanzar nuevamente posiciones de vanguardia en este ámbito.

2. Mejorar nuestras competencias laborales: En las últimas décadas la calidad y cobertura de la educación en Chile ha mejorado, pero es necesario seguir avanzando. Y a tranco más rápido para cerrar las brechas en las competencias de los alumnos que nos permitan llegar a posiciones de liderazgo a nivel internacional.

Los resultados de los estudiantes en la prueba PISA han mejorado, están entre los mejores de Latinoamérica. Y al mismo tiempo han acortado la brecha respecto de los alumnos de países que logran los mejores puntajes.

Sin embargo, los puntajes alcanzados están por debajo de la mayoría de las naciones desarrolladas y del promedio de la OCDE.

Si, además, en el futuro se mantiene el paso con el cual han venido subiendo los puntajes de los alumnos chilenos en la Prueba PISA, les tomaría casi una década llegar al puntaje promedio en lectura que hoy tienen los países de la OCDE, una y media década llegar al puntaje en ciencias, y dos décadas llegar al puntaje en matemáticas.

3. Innovación como fundamento de las ganancias de productividad: Como país estamos reprobados en los niveles de inversión en investigación y desarrollo (I+D), que solo llega a un 0,38% del producto (PIB). A nivel global, se invierte un 2,23%, y en los países de la OCDE, 2,55%.

En términos del registro de patentes de invención (PI), Chile ocupa la posición 49 a nivel global, y en América Latina está por debajo de Brasil, México y Argentina.

En este ámbito, las principales falencias a nivel agregado en Chile están en los bajos niveles inversión en investigación y desarrollo. Políticas públicas que incentiven en el sector privado mayores niveles de inversión en I+D son fundamentales.

Lee aquí un artículo sobre desarrollo y crecimiento económico chileno.

Oportunidades de negocios para América Latina y los conflictos geopolíticos actuales

  Oportunidades de negocios para América Latina y los conflictos geopolíticos actuales Área: Economía y finanzas www.claseejecutiva.uc.cl Es...