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martes, 24 de octubre de 2017

Gasto y deuda pública: ¿Cómo impactan el entorno de los negocios?

http://claseejecutiva.emol.com/2304/gasto-y-deuda-publica-entorno-negocios/

La política económica del Gobierno y sus regulaciones –entre otros, gasto y deuda pública– tienen un impacto directo en la competitividad y rentabilidad de las empresas.

Gasto y deuda pública

El Gobierno financia sus gastos con el dinero de los impuestos que pagan las personas y las empresas, y también contrayendo deuda.
En Chile las personas pagan el impuesto al valor agregado o IVA de 19%, e impuestos por sus ingresos, donde dependiendo del nivel de renta, la tasa va 0% a 40% en 2017. Las empresas pagan impuestos por las utilidades, con una tasa que llegará a 27% en 2018.
Además, están los impuestos específicos como, contribuciones de bienes raíces, de alcoholes y tabaco, y a los combustibles, entre otros. Así, son muchos los tributos, directos e indirectos, con los que las personas y empresas contribuyen a financiar el gasto público.
Los diferentes impuestos, sumados a otras fuentes de ingresos del Estado, y la nueva deuda que contrae el Gobierno de Chile, le entregan más de US$ 65 mil millones para financiar sus gastos, los que se han empinado por encima del 25% del PIB.
Un aumento del gasto público se financia con impuestos o préstamos. Y en general, un aumento de impuestos desalentará la inversión, especialmente de emprendedores y empresarios que deben arriesgar ahorros propios o de terceros para iniciar y administrar un negocio.
También un incremento en los impuestos de las personas disminuye su ingreso disponible. Y el gasto, y en el caso de las empresas, hace que la inversión se haga menos rentable y atractiva.
El aumento del gasto público absorbe los limitados ahorros que tienen un país, lo que deja menos espacios de recursos disponibles para la inversión privada, sector que es muy dinámico y que representa sobre el 80% del empleo del país.
Un aumento en la deuda pública da cuenta de restricciones futuras de recursos para pagar esa deuda, y que afectará a las futuras generaciones.

Las cifras en Chile

Desde fines del año 2013 el gasto público ha aumentado cerca de 25%, mientras que la economía solo lo ha hecho en algo más de 7%.
Más allá de la reforma tributaria que no generó la recaudación esperada, el aumento en el gasto público ha generado un déficit fiscal creciente que este año superará el 3%, elevando la deuda pública en casi US$ 30 mil millones en solo cuatro años. Y llegará a un 25% del PIB en lo que termine este año, su mayor nivel en casi un cuarto de siglo.
Por acción del Estado, cada chileno ha aumentado su deuda en US$ 1.500. Si la economía crece aceleradamente, el pago de los intereses y la amortización de la deuda podrían pasar más inadvertidos, pero si la economía no crece, será una pesada mochila que se hará sentir en el presupuesto de las personas y del Gobierno.

Marchar viento en popa o viento en proa

Cuando el Gobierno decide subir impuestos a las ganancias o corporativos, y crea regulaciones que rigidizan el mercado del trabajo, desincentivan la inversión e innovación y emprendimiento, lleva a las personas, emprendedores y empresarios, a navegar con viento en contra, por lo que el desarrollo de la actividad productiva y la generación de empleo son mucho más difícil.
Por el contrario, aquellas políticas que incentiven la inversión y el emprendimiento –como menores impuestos, regulaciones apropiadas y una legislación laboral flexible– lleva a las personas, emprendedores y empresarios a navegar con una brisa a favor. Esta permite generar más y mejores empleos, los que, complementados con aumentos de productividad, llevarán a mayores salarios.

Fuente: http://claseejecutiva.emol.com

viernes, 13 de octubre de 2017

Infraestructura: ¡Los proyectos de inversión no se hacen en un día!

http://claseejecutiva.emol.com/2218/infraestructura-los-proyectos-inversion-no-se-hacen-dia/


El tiempo promedio de construcción de los proyectos varía por industrias e incluso dentro de una misma industria, en función de su tamaño y complejidades particulares. Y en proyectos que requieren del desarrollo de infraestructura, los plazos pueden tomar varios períodos.
Por ejemplo, como instrumento de desarrollo del sector eléctrico, la decisión gubernamental de interconectar los dos principales sistemas eléctricos, SIC-SING, ocurre en 2010.
Entonces, se impulsa estratégicamente como primera etapala construcción del sistema de transmisión en 500kV que une Cardones y Polpaico. Y solo después de un arduo proceso, y que ha involucrado múltiples fases, se espera que esta línea esté operando en toda su longitud en el año 2018.
El desarrollo de un proyecto energético, desde el momento de la decisión inicial involucra muchas etapas. Existen más de 50 permisos y autorizaciones, que involucran a más de 20 órganos del Estado. La mayoría de estos permisos se deben obtener fuera o posteriormente al Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA), con diferentes tiempos de tramitación.
En el caso de los permisos ambientales, en las declaraciones de impacto ambiental (DIA) los plazos son más breves en comparación a los de un estudio de impacto ambiental (EIA).

También el mercado

Además de los permisos y autorizaciones, el tiempo de desarrollo y construcción de un proyecto se ve afectado por el ritmo de las decisiones de inversión y de los desembolsos de dinero. Estos, por lo general, se realizan secuencialmente, lo que en algunos casos permite ir adecuando y ajustando el desarrollo del proyecto conforme se obtiene nueva información.
Algo que se debe tener en consideración al momento de diseñar y construir un proyecto. No es poco frecuente que, por ejemplo, se realicen ajustes a la capacidad de producción conforme las condiciones del mercado sean más claras.

Permisos ambientales

Según el análisis de la Comisión de Productividad de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) sobre proyectos que ingresan al SEIA, el plazo promedio de evaluación de los proyectosaprobados en el segundo trimestre de 2017 fue de 9,8 meses; 9,3 meses para una DIA y 18,2 meses para un EIA.
Así, las centrales de generación solar, que por lo general requieren de una DIA, logran plazos menores. Y una central termoeléctrica o una gran hidroeléctrica, con un EIA, podría tener plazos mayores.
Por ejemplo, la planta solar Bolero de 146,64 MW que presentó DIA, inició sus operaciones en este año 2017, después de obtener su RCA en agosto de 2012 y de algo más de cuatro meses de tramitación en el SEA. Y Chacayes de 112 MW, una central hidroeléctrica de tamaño mediano que presentó un EIA, inició operaciones en 2011, después de obtener su RCA en julio de 2008 y de 13 meses de tramitación en el SEA.

Decisiones a largo plazo

Por lo anterior, para comprender las variables que explican la muda de las inversiones del sector de generación eléctrica hacia las energías renovables, es esencial reconocer que los proyectos de inversión no se hacen en un día.
Es por decisiones de política y acciones que ocurren en los primeros años de la administración anterior, como por ejemplo los objetivos de alcanzar una meta de 20% de energías renovables (ERNC) al 2020 e interconectar el SIC con el SING, que aumentan considerablemente en el SEA los proyectos de generación de energías renovables (ERNC), los que posteriormente inician operaciones en el SIC y el SING.
Como lo destacan los premios Nobel de Economía, Finn E. Kydland y Edward C. Prescott, “que el vino no se hace en un día es algo que por largo tiempo ha sido reconocido por los economistas…” (1).
¡Solo en la imaginación de algunos los proyectos de infraestructura se pueden construir en un día!
(1) Finn E. Kydland y Edward C. Prescott. “Time to build and aggregate fluctuations”, Econometrica, Vol. 50, Número 6, pg. 135-1370, noviembre de 1982.  Leer aquí


martes, 26 de septiembre de 2017

Expectativas: ¿Sabías que son un poderoso determinante del desempeño económico?


Las expectativas son lo que uno cree o espera que suceda en el futuro. Y ellas son muy poderosas para determinar el comportamiento y guiar las decisiones de los diferentes actores económicos y sociales.
Demasiado depende de lo que la gente piensa. Y el éxito de las políticas depende de las expectativas que el público tiene sobre sus efectos.
¿Pueden meros anuncios de política afectar la inversión, el crecimiento y la generación de empleos? ¡Sí! Y ello va a depender de cuan probable crean los actores que esos anuncios se puedan transformar en una realidad que afecte positiva o negativamente el entorno de negocios.
Lograr que la economía se desarrolle, crezca, es vital para que esta cree más y mejores empleos productivos. En Chile, desde 2014 más del 60% de los empleos generados son por cuenta propia, por lo general empleo informal sin ningún tipo de seguridad social. Y de los empleos asalariados que se han creado, más del 75% corresponden al sector público.

¿Qué pasó con el crecimiento?

¿Por qué desde 2014 se han creado muy pocos trabajos formales en el sector productivo? Esto se explica por las expectativas y cambios en el desempeño de la economía chilena durante los últimos ciclos presidenciales.
En el período 2010-2013, la economía global creció a una tasa promedio de 4%. Y en el período 2014-2017 se espera que lo haga en un 3,3% promedio, y 3,5% en 2017.
Por su parte, en el período 2010-2013, Chile creció a una tasa promedio de 5,3%. Y se espera que en el período 2013- 2017 lo haga en 1,9% promedio, y 1,6% máximo en 2017.
¿Qué pasó, si desde el año 2000 hasta el año 2013 Chile consistentemente había crecido más que la economía global, y desde el año 2014 el país ha crecido menos que esta última?
Son múltiples los elementos que determinan el crecimiento económico. Hay factores externos e internos, unos causados por la naturaleza y otros son el resultado de decisiones y políticas.
Y, en una economía de mercado, estos elementos inciden profundamente sobre las decisiones de consumo, ahorro e inversión. Y con ello, en crear o no más y mejores empleos.

Pesimismo por los cambios

La disminución del crecimiento de la actividad económica desde el 2014 se explica de manera importante por el deterioro de las expectativas y confianza empresarial.
Desde marzo de 2013, el mercado ya anticipó un profundo cambio en la conducción económica del país desde el 2014. Ello se vio reflejado en que el indicador mensual de confianza empresarial (IMCE) cae de manera sostenida, a pesar de las mejores proyecciones de crecimiento de la economía global que mostraba signos de mayor estabilidad después de la gran recesión del año 2007- 2009.
Ya en 2013 las expectativas capturaban un mayor pesimismo del desempeño futuro de la economía chilena. Ello estaba alimentado por anuncios de un alza significativa de los impuestos corporativos, de una nueva constitución, de una reforma laboral, y de un fuerte aumento de gasto público, financiado con mayores impuestos y deuda. Y posteriormente, avalados en acciones concretas.
Así, dando cabida a las expectativas y cambio en la conducción económica, política y social del país, la inversión experimentó una caída estrepitosa y se desplomó desde un 27,2% del PIB a inicios del 2013, a 21,7% el segundo trimestre de 2017.
El deterioro del ambiente de negocios también ha sido corroborado por el deterioro del país en rankings internacionales como el informe Doing Business del Banco Mundial. O la baja en la nota crediticia que por primera vez en 25 años han hecho sobre Chile las agencias de clasificación de riesgo como Standar & Poor´s (S&P) y Moody’s, entre otros.
Para quienes quieran profundizar sobre el tema de las expectativas, les recomiendo leer “Las contribuciones de Finn Kydland y Edward Prescott a la macroeconomía dinámica: la consistencia temporal de la política económica y las fuerzas motrices detrás de los ciclos económicos”. En este link pueden leerlo en inglés, y aquí en español.

sábado, 22 de abril de 2017

Has IMF missed the white noise in world GDP growth projections?



https://t.co/b8LteMnLHx


On Thursday, April 18, IMF launched chapter 1 of World Economic Outlook (WEO), one of its key anchor publications, with world GDP growth projections, where IMF forecast global growth of 3.5 percent for this year, and 3.6% for 2018. As we look at this and past IMF WEO publications, taking WEOs after the 2009 economic crisis, there appears to exist a happy bias, where world GDP growth projections carry an upward bias.

The theory of rational expectations was originally proposed by John F. Muth (1961) [1], which later became an anchor idea in economic modeling when it was used by neoclassical economists such as Robert Lucas, Jr. [2], Edward C. Prescott, Thomas J. Sargent, Michael R. Darby, Finn E. Kydland, Lawrence H. Summers, and Neil Wallace. [3] This is a hypothesis of economic science which states that predictions about the future value of economically relevant variables made by rational agents should not be systematically erroneous and that the errors are random, uncorrelated and with zero mean (white noise).

This idea on how to model expectations, known as the rational expectation hypothesis, accepts that the expectations of economic agents may be individually erroneous, but correct on average. Thus, although the future is not entirely predictable, it is assumed that agents' expectations are not systematically skewed and that they use all relevant information to form their expectations about economic variables, including information about past mistakes.

IMF world GDP growth projections serve many important purposes for policy makers in member countries, for the private sector and the public in general. To the extent that these projections may affect policies, economic and investment decisions, they may affect the eventual economic outcome. Predicting the economy is complex, it is an art more than a science, and the only certainty is uncertainty. And, in this respect, models should be frequently revised and adjusted so projections only carry a white noise and not a bias.

We know that predicting the economy’s next few years is one of the areas in which economists fail considerable. But, the value of better predictions is enormous. For example, if decision makers have better forecasts that a recession is on the corner, they might prepare in a better way to weather the storm, and eventually take measures in advance to counteract or minimize the recession, and ease others and save millions from adversity and unemployment. The aim of having white noises in economic forecasting should be an objective in top notch economic modeling.

The good news is that if we believe in rational expectations, the market already discounts any happy bias, and make its own assessments of the accuracy of the different world GDP projections.




[1] John F. Muth. (1961). "Rational Expectations and the Theory of Price Movements", Econometrica 29, pp. 315–335.
[2] Lucas, Robert (1972). "Expectations and the Neutrality of Money". Journal of Economic Theory. 4 (2): 103–24.
[3] Edited by Preston J. Miller (1994). The Rational Expectations Revolution: Readings from the Front Line. The MIT Press. ISBN: 9780262132978 and ISBN: 9780262631556.

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